Jean-Pierre Farandou, presidente de la Sociedad Nacional de Ferrocarriles de Francia (SNFC)
La dirección de la empresa aseguró que el ahorro de los salarios no desembolsados a los trabajadores y el combustible no utilizado no compensan las pérdidas, que se calculan en uno 20 millones de euros diarios. Ante esta situación Farandou pidió poner fin a la protesta pues 'esta huelga altera severamente la vida de los franceses, afecta la economía de nuestro país y daña nuestro negocio', dijo.
Llamó a los huelguistas a volver al trabajo, argumentando para ello que el 58 por ciento de los ferroviarios no se verán afectados por la reforma de pensiones proyectada por el ejecutivo. 'La transición será muy gradual y los métodos para calcular sus pensiones darán un resultado muy cercano al régimen actual', aseguró.
Por su parte la Confederación General del Trabajo (CGT), el principal sindicato dentro de la SNFC, pidió la eliminación del proyecto gubernamental y llamó a fortalecer el paro durante la semana, para la que ya hay convocada una jornada de huelga general interprofesional.
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